Tipos de corrosión
Guía de anclajes pesados - Parte 5
En el siguiente artículo de nuestra guía de anclajes pesados, mostraremos que, además de las cargas, hay otros factores externos que desempeñan un papel importante en la elección de los elementos de fijación, incluida la corrosión.
La corrosión implica una reacción fisicoquímica de un material metálico con su entorno. Esta reacción puede llevar a cambios en las propiedades del material, y afectar su función, la del componente que fija o la construcción al completo.
En el caso de las conexiones metálicas en los anclajes pesados, son importantes los siguientes tipos de corrosión:
Afecta principalmente a la superficie mediante reacciones anódicas y catódicas. Influye principalmente en las propiedades de la superficie y en su estética. Sin embargo este tipo de corrosión no afecta a la capacidad de carga y puede considerarse no crítica.
La corrosión galvánica es un tipo de corrosión electroquímica que se produce entre dos metales distintos en contacto ante la presencia de un electrolito, dando como resultado la corrosión más acelerada del metal menos noble.
La corrosión por tensión se produce por una combinación de estrés mecánico y químico sobre un material concreto. Es decir, se produce una fisura o rotura en el material, por la combinación de las cargas o tensiones internas que soporta este, junto con el entorno en el que se encuentra.
La corrosión por grietas es una forma de corrosión electroquímica localizada que suele presentarse en rendijas o huecos bajo superficies protegidas por una capa de óxido, donde esta capa se rompe y se producen filtraciones. La podemos encontrar bajo juntas, remaches, tornillos, etc. Para que se produzca este tipo de corrosión, el hueco o rendija por el que se cuela el agua (u otros líquidos) es, por un lado, suficientemente amplia para que los líquidos se filtren, y suficientemente estrecho para que los líquidos se queden estancados, y como consecuencia se produzca el proceso de corrosión.
La corrosión implica una reacción fisicoquímica de un material metálico con su entorno. Esta reacción puede llevar a cambios en las propiedades del material, y afectar su función, la del componente que fija o la construcción al completo.
En el caso de las conexiones metálicas en los anclajes pesados, son importantes los siguientes tipos de corrosión:
Corrosión superficial
Afecta principalmente a la superficie mediante reacciones anódicas y catódicas. Influye principalmente en las propiedades de la superficie y en su estética. Sin embargo este tipo de corrosión no afecta a la capacidad de carga y puede considerarse no crítica.
Corrosión galvánica
La corrosión galvánica es un tipo de corrosión electroquímica que se produce entre dos metales distintos en contacto ante la presencia de un electrolito, dando como resultado la corrosión más acelerada del metal menos noble.
Corrosión bajo tensión
La corrosión por tensión se produce por una combinación de estrés mecánico y químico sobre un material concreto. Es decir, se produce una fisura o rotura en el material, por la combinación de las cargas o tensiones internas que soporta este, junto con el entorno en el que se encuentra.
Corrosión por grietas
La corrosión por grietas es una forma de corrosión electroquímica localizada que suele presentarse en rendijas o huecos bajo superficies protegidas por una capa de óxido, donde esta capa se rompe y se producen filtraciones. La podemos encontrar bajo juntas, remaches, tornillos, etc. Para que se produzca este tipo de corrosión, el hueco o rendija por el que se cuela el agua (u otros líquidos) es, por un lado, suficientemente amplia para que los líquidos se filtren, y suficientemente estrecho para que los líquidos se queden estancados, y como consecuencia se produzca el proceso de corrosión. ¿Cómo evitar los daños por corrosión?
Las medidas de protección contra la corrosión comienzan con el diseño del producto y la selección de los materiales adecuados. En la tecnología de anclaje se utilizan a menudo aceros inoxidables A4. Estos aceros se caracterizan por una buena resistencia a la corrosión en atmósferas moderadamente agresivas. En ambientes especialmente agresivos, deben utilizarse aceros inoxidables HCR (por ejemplo, 1.4529). Estos tienen la mayor resistencia a la corrosión en el ámbito de los aceros inoxidables.
Si no se pueden procesar materiales resistentes a la corrosión, existe una gama de revestimientos que mejoran la protección contra la corrosión : Para los anclajes metálicos en el sector de la construcción, se suele utilizar el galvanizado, el galvanizado en caliente o las aleaciones de cinc.
En general, el término "resistente a la corrosión" se utiliza cuando los materiales son adecuados, como por ejemplo los aceros inoxidables, para evitar la corrosión. Si se aplica un revestimiento a una superficie de acero con fines de protección contra la corrosión, se habla de "protegido contra la corrosión".
Por último, queremos señalar que las ETA prevén anclajes protegidos contra la corrosión en el interior y anclajes resistentes a la corrosión en el exterior.