Anclajes de fachada para fijaciones en madera y metal h1>
Existen diferentes opciones de anclajes para fijaciones en fachada. Como regla general, el calculista especifica cuáles son los tacos que se van a utilizar. No obstante, el montador debe conocer las diferencias entre los distintos anclajes de fachada existentes. Después de todo, la subestructura es el enlace estático entre el muro exterior y el revestimiento de fachada. Por lo tanto, el uso de un taco de fachada inapropiado ya sea por error o desconocimiento, ha de ser evitado.
Anclaje de fachada con cabeza avellanada para fijaciones en madera.
Anclaje de fachada con collarín para fijaciones en metal
Descripción y función:
Los anclajes de fachada son fijaciones de uso aprobado en construcción y deben ser instaladas por un técnico especialista.
Están compuestos por dos piezas, un taco plástico y un tornillo metálico. Existen diferentes combinaciones dependiendo de la cabeza y de la longitud, pero siempre han de adquirirse como un solo conjunto.
¿Cómo funciona esta combinación taco + tornillo? Cuando atornillamos el anclaje a la subestructura, la presión del tornillo ejercida en el cuerpo del taco hace que este último se expanda dentro del material, garantizando la fijación.
Además, los anclajes de fachada EJOT se han diseñado para fijaciones múltiples en sistemas no estructurales.
Importante: Instalación a través
Los anclajes de fachada se instalan a través del material en el sustrato. Eso significa que el cuerpo del taco con el tornillo se inserta a través del elemento y luego se atornilla al sustrato. Nunca debemos instalar el taco por un lado y el tornillo por otro. Esto implicaría que el tornillo, cuyo largo encaja perfectamente con el cuerpo del taco, se quedaría corto para conseguir una expansión y fijación segura en el material.
→ ¿Cómo se instala un anclaje de fachada?
→ ¿Cómo se instala un anclaje de fachada?
3 cosas para tener en cuenta a la hora de elegir el taco y anclaje adecuados:
- Material del elemento que estamos fijando (madera o metal) y forma de la cabeza del anclaje.
- Espesor del elemento que estamos fijando según el largo y el diámetro del anclaje.
- Material del sustrato, categoría y aprobación correspondiente.
Material del elemento a fijar:
La versión con cabeza avellanada se usa para perfiles hechos de madera, asegurando una unión al ras entre el anclaje y el elemento a fijar.
Para fijaciones en metal, la opción con cabeza hexagonal y collarín es la más adecuada. El collarín del taco actúa como barrera térmica entre el anclaje y el material a fijar. También actúa como anillo de sellado contra la humedad. El tornillo también tiene una arandela preestampada en la cabeza, lo que asegura una trasmisión óptima de cargas.
En el cuerpo del taco podemos ver grabado el nombre del artículo, tendrá un S en las opciones que sean para aplicaciones en madera, y KB para las opciones con aplicación en metal.
Espesor del elemento a fijar:
Esto incluye el espesor del elemento a fijar y del revoco externo, la capa no portante.
Por ejemplo: con un taco de 100 mm fijado a una profundidad de 70 mm en el sustrato, se puede logar un espesor de montaje de hasta 30 mm. Asumiendo que el revoco es de unos 20 mm de espesor, el elemento a fijar puede ser de hasta 10 mm de espesor. Si no hay revoco, el elemento a fijar puede ser de hasta 30 mm de espesor.
Cada anclaje tiene una capacidad de carga limitada. Por tanto, los anclajes con un diámetro de tornillo más grande son particularmente adecuados para perfiles con un mayor espesor.
Por ejemplo, un espesor total de la instalación de más de 290 mm puede hacerse con el nuevo anclaje de fachada SDF - 14A. Que, con un diámetro de 14 mm se caracteriza por su alta capacidad de carga y por un tener un momento flector de más de 60 Nm.
Materiales base:
Las Aprobaciones Técnicas Europeas (ETAs) regulan qué materiales de construcción están aprobados para el uso de anclajes de fachada. Si son A=hormigón, B=ladrillo macizo, C=ladrillo perforado, D=hormigón fisurado o E=hormigón celular. (ETAG 020).
El uso de anclajes de fachada EJOT supone una ventaja económica, de almacenamiento y de aplicación. Pues la mayoría están aprobados para todos los materiales de construcción más comunes.